Manifiesto Toro Toro

MANIFIESTO DE LOS PUEBLOS POR LA VIDA
Torotoro, 24 y 25 de noviembre de 2016

 

El año 2012, los pueblos del mundo nos reunimos en la sagrada Isla del Sol, para participar de la llegada del nuevo tiempo, comienzo del Tiempo del Pachakuti, en la que redactamos un manifiesto que cuatro años después vemos que está aún más vigente; ahora, queremos en este Encuentro aportar nuevos elementos para la lucha por la vida.

Continuando nuestro camino, nuestro Qhapaj Ñan, estamos presentes aquí para seguir avanzando en la filosofía del Vivir Bien que emana de los saberes ancestrales de los pueblos y naciones que mantienen una forma de vida en armonía y equilibrio con la Madre Tierra.

La crisis global expresada en los ámbitos climático, financiero, alimentario, energético, institucional, cultural, ético y espiritual, ha empeorado aún más en estos últimos años afectando a la Madre Tierra, a los seres que la habitan y a la Vida.

Actualmente sufrimos las consecuencias de la escasez del agua y de los alimentos. Todo esto nos hace recordar la profecía de la Nación CREE, que dice: "Sólo después que el último árbol haya sido cortado, Sólo después que el último río haya sido envenenado, sólo después que el último pez haya sido pescado, sólo entonces descubrirás que el dinero no se puede comer", la que se complementa con la profecía del pueblo Lakota que nos dice: “…Cuando la Tierra esté muriendo, cuando la humanidad esté en caos, cuando esté al borde del abismo, emergerán vigorosos „los Guerreros del Arco Iris‟ desde el Sur, para restituir el equilibrio y la armonía con la Madre Tierra”.

Es entonces importante encaminarnos en la defensa de la vida. Vamos avanzando porque sabemos que nuestro mundo es posible, que el Vivir Bien es viable constituyéndose en una alternativa civilizatoria.

Desde Torotoro, Sistema de Vida de la cultura Charcas y Parque Nacional, que transita hacia la recuperación de los saberes y conocimientos milenarios de armonía y equilibrio con la Madre Tierra y siendo conscientes que debemos superar las contradicciones de la actual realidad y de la invasión cultural que aún vivimos, presentamos las siguientes conclusiones:

- Para avanzar hacia el Vivir Bien debemos recuperar nuestros sueños, profundos e históricos, tanto de forma individual como comunitaria, buscando la tierra sin mal, para volver a ser “seres de luz”, reencontrándonos con el ser interior para inspirar a toda la humanidad. Soñar es atrevernos a mirar de forma integral y multidimensional la realidad.

- Saber amar y sentirse amado es parte de nuestro sentir y emotividad más profundos, para complementarnos entre nosotros y con nuestro entorno, bajo principios de reciprocidad, redistribución y complementariedad, a través de los cuales se expresa el amor a la familia, a la comunidad, a la Madre Tierra y a nuestros ancestros.

- Saber alegrarse y danzar en la vida es compartir y participar desde la comunidad, con y para la Madre Tierra, siguiendo sus ciclos y ritmos naturales, transmitiendo conocimiento, regocijo y música a todas las generaciones de manera participativa y recíproca, la cual se expresa de manera física, emocional, espiritual y de gratitud con la naturaleza por lo que nos da ayudándonos a revitalizarnos.

- Saber aprender es comprender la esencia de la vida, para alcanzar la sabiduría a través de la cosmobiovisión, leyendo las arrugas de nuestros abuelos, escuchando la voz de la Madre Tierra y de nuestros ancestros, aprendiendo a reproducir la vida, para alcanzar una sociedad descolonizada con los principios del Vivir Bien.

- Saber crecer es asumir la importancia de la pertenencia e identidad de nuestras culturas, de ahí emerge la necesidad de gobernarnos a nosotros mismos en equilibrio entre los seres y en armonía con la Madre Tierra, con el propósito de seguir nuestro Qhapaj Ñan (camino o vida noble).

- Saber trabajar, producir y cooperar, es asumir los principios de reciprocidad, redistribución y complementariedad en comunidad, compartiendo proactivamente nuestras labores individuales y colectivas, participando creativamente en las actividades de intercambio para la convivencia en equilibrio entre todos los seres y en armonía con la Madre Tierra, ofreciendo lo mejor de uno para los demás. Producir velando por las necesidades de esta generación y de las próximas, mediante una producción responsable y cada vez más ecológica.

- Saber comunicarse es escuchar y ser escuchados, recuperando nuestros idiomas, conocimientos y sabidurías milenarias, para conversar con el viento, el río, las montañas, el fuego y sentir lo que nos comunica la Pachamama, recuperando así las relaciones en equilibrio a través del diálogo de saberes y el intercientífico.

- Saber convivir es aceptar que todos los seres somos parte del Cosmos, entender que somos hermanos, las plantas, los animales, las personas, y todos hijos e hijas de la Madre Tierra, reconocernos como sujetos y no como objetos. Es aceptar la diferencia encontrando nuestras semejanzas para alcanzar una convivencia armónica.

- Saber alimentarse, en la cultura de los pueblos, es relacionarse con el Ajayu (espíritu) de los alimentos no sólo para la nutrición del cuerpo sino también para la alimentación del alma y el espíritu. “El alimento es nuestra medicina, y la medicina es nuestro alimento”. El aire aliento de la vida y el agua leche de la Madre Tierra, es nuestra responsabilidad cuidarla y preservarla.

Vivimos un momento decisivo para el futuro de la especie humana y la Madre Tierra. Recuperando nuestras propias raíces, nuestros saberes y conocimientos, los pueblos podemos proyectar para toda la humanidad y el planeta, la potencialidad de volver al camino del equilibrio de nuestros abuelos y abuelas, como también avanzar de manera horizontal en la construcción de la cultura del respeto, del diálogo y fundamentalmente de la Cultura de la Vida.

Bolivia, está dando pasos fundamentales en la construcción y fortalecimiento de los Sistemas de Vida bajo principios de armonía y equilibrio con la Madre Tierra, siendo éste el enfoque central del Plan de Desarrollo Económico Social, que plantea un trabajo multidimensional (material, social y espiritual) para enfrentar la crisis global.

En la comunidad internacional, Bolivia consiguió posicionar los derechos de la Madre Tierra y la filosofía del Vivir Bien. Es por eso que, desde Torotoro, anunciamos el lanzamiento del “Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas de Armonía con la Naturaleza” del Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible, En este contexto invitamos a todos los Estados Miembros de la comunidad internacional a que puedan contribuir a este Fondo.

Los pueblos estamos convencidos que con la recuperación de nuestros saberes y conocimientos avanzaremos en la reconstrucción de nuestro camino para Vivir Bien.

 

“Que todos vayamos juntos, que nadie se quede atrás,
que todos tengan todo y que a nadie le falte nada”.

Jallalla!!!!

 

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