Lanzamiento oficial del Año Internacional de las Lenguas Indígenas – Naciones Unidas

Viernes, 1 Febrero 2019 - 5:30pm

Evo Morales Ayma Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia

(Aymara)

Aski urukipanaya jilanaka, kullakanaka, kullakitanaka.

Ma jach’a aruntawi puriyanipxsma taqi chuymampi suma chuymampi jumanakaru taqpacha markanakaru.

¡Jallalla pueblos indígenas!

(Quechua)

Sumaq p’unchay kachun panakuna wauqikuna masi, llaqta masi. Uq jatun napaykuy tukuy sunqumanta qankunapaq kachun.

¡Kausachun pueblos indígenas!

Hermana María Fernanda Espinosa, Presidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas; Hermano Secretario General adjunto para Asuntos Económicos y Sociales, hermanas y hermanos de las diferentes delegaciones, hermanas y hermanos representantes de los pueblos indígenas del mundo reunidos aquí en las Naciones Unidas.

Hermanas y hermanos:

Vengo desde el Abya Yala, hoy América, lugar donde se intentó hacer desaparecer a los pueblos indígenas mediante la invasión y colonización. Sobrevivimos a la larga noche de las extirpaciones, de los descuartizamientos, de las guerras etnocidas de los opresores contra nuestros pueblos indefensos. Hoy seguimos resistiendo la ira poscolonial que trata de aplastar nuestras rebeliones contra la injusticia.

Participo en esta Sesión especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas para reflexionar y convocar a que promovamos políticas públicas dirigidas a preservar la vida de nuestros pueblos indígenas, sus lenguas, su identidad, sus valores y sus culturas mediante el diálogo entre todos.

Los indígenas somos más de 370 millones en todo el mundo, distribuidos en más de 90 países, lo que equivale al 6% de la población mundial. Vivimos en regiones ricas y diversas en armonía con la Madre Tierra a pesar del asedio capitalista. gozamos de la diversidad cultural; vivimos en medio de la biodiversidad, cuidamos y somos fieles guardianes de los inmensos recursos naturales de la Madre Tierra para las presentes y futuras generaciones. Contrariamente, en medio de la opulencia, muchos de nuestros hermanos y hermanas todavía viven condenados a la pobreza, la desigualdad y el racismo, representando el 15% de los más pobres del mundo.

Actualmente, no ha cesado esta lógica de la usurpación y seguimos enfrentando la expansión latifundista, la persecución étnica y la compra extorsiva de nuestras comunidades que persisten sin amparo judicial. Por el contrario, en medio del silenciamiento criminal de nuestros dirigentes, a los pueblos indígenas se nos habla de democracia y de derechos humanos. ¿Pueden existir derechos o democracia cuando los pueblos indígenas viven aplastados por la tiranía del capital, por la fuerza bruta del patrón y el amparo cómplice del poder estatal?, ¿Puede existir democracia cuando los pueblos indígenas carecen del derecho de pensar bajo una lógica comunitaria, de hablar su propio idioma sin temor a ser satanizado, de pensar diferente frente al modelo avasallador de la modernidad que idolatra el dinero?.

¿Cómo podría existir democracia cuando no se ejerce el derecho a hablar la propia lengua? ejercer la lengua es pues uno de los derechos más importantes para los pueblos indígenas y por lo tanto para la humanidad. La lengua es cultura y proyecta una cosmovisión, una forma de ver al mundo, de vincularse con los otros. Con la lengua nos explicamos el pensamiento que alimenta la identidad colectiva de las personas. Por lo tanto, si desaparecen las lenguas desaparecen sus memorias, sus culturas y los pueblos. La lengua nos interpela, nos pregunta quiénes somos, de dónde venimos, dónde estamos, hacia dónde vamos.

La invasión y la colonización desvertebró nuestra forma de organización social, económica y política porque se impuso otra lengua, excluyéndonos. La lengua de los invasores se impuso contra la lengua de nuestros pueblos y fueron sus armas las que silenciaron nuestras voces. Antes de que fuéramos invadidos, nuestras sociedades estaban organizadas en comunidades.

En lo político, la organización colectiva, y la democracia de consenso era la base de la administración del territorio.

En lo económico, la propiedad tenía un enfoque comunitario y solidario, garantizando la participación igualitaria de todos sus miembros.

En lo social, los principios de igualdad y equilibrio entre los miembros de una comunidad, el ejercicio de derechos, y el cumplimiento de las obligaciones fueron y son parte de la vida cotidiana de nuestros pueblos. En la comunidad se respetan los derechos individuales, pero se privilegian los derechos colectivos.

Nuestra concepción sobre la vida es dual, pero a la vez complementaria. Nadie es superior a nadie porque prima el respeto entre las personas como el respeto a la madre tierra. De ella venimos y a ella volvemos.

La conquista intentó borrar lo que somos para imponernos lo que no somos. Dudaron casi medio siglo de nuestro espíritu y finalmente concluyeron que teníamos alma.

Durante varios siglos nuestra inferioridad tenía origen en la superioridad lingüística de los otros, de los oprimidos. Nuestros complejos nacieron del silencio y el aplastamiento de nuestras lenguas clandestinizadas.

Después de más de más 500 años de colonización, de masacres, de etnocidio, de genocidios constantes seguimos en pie de lucha.

Hermanas y hermanos,

La modernidad no tiene respuestas para los problemas del siglo XXI. El capitalismo que devora todo, conduce al desastre. Los pueblos indígenas somos parte significativa de la repuesta para el futuro. No hay futuro sin pueblos indígenas como no hay Madre Tierra si continúa el despilfarro capitalista y su lógica de guerra.

Debemos volver al equilibrio, a ser nosotros mismos como sujetos colectivos. Solos en el mundo siempre seremos objeto, juntos seremos sujetos.

Que quede claro. No hay primer mundo, segundo mundo, tercer mundo. La categorización de los mundos nos ha deshumanizado. Hay un solo mundo y todos somos responsables de humanizarlo.

Hermanas y hermanos,

Las lenguas indígenas no son simplemente un instrumento de comunicación, sino que a través de ellas, nuestros pueblos y naciones proyectan sus conocimientos, saberes, formas de vida y de organización social. A través de ellas entendemos nuestras culturas, trasmitimos nuestra cosmovisión. Las lenguas indígenas son parte de nuestra identidad.

Actualmente, alrededor de 6,700 lenguas se hablan en el mundo, de las cuales el 40% se encuentra en peligro de desaparición, la mayoría de ellas son idiomas indígenas. Al perderse las lenguas corremos el riesgo de perder nuestras culturas y conocimiento.

Por tanto, cada lengua expresa la cultura de la sociedad que la creó y organizó, son “como ventanas a través de las cuales los pueblos ponen el universo en palabras”. “La pérdida de una lengua significa, por lo tanto, la pérdida de una visión del mundo: un empobrecimiento y un empequeñecimiento de la inteligencia humana”.

Nos preocupa, que de acuerdo a estudios, cada dos semanas muera un idioma indígena, y es probable que a finales de este siglo XXI, más de la mitad de los idiomas indígenas en el mundo hayan desaparecido.

Hermanas y hermanos,

En el año internacional de las lenguas indígenas, exigimos valorar la dimensión cultural y lingüística de los pueblos indígenas. El idioma representa la identidad y la cultura, al mismo tiempo representa el código y la ideología de los pueblos, es parte de los tesoros más preciados que nos han dejado nuestros antepasados.

La historia nos recuerda que los indígenas que hablaban nuestros idiomas eran sometidos a castigos drásticos. A quienes escribían se les cortaba las manos, a quienes leían se les sacaba los ojos.

Hermanas y hermanos de las naciones unidas,

Debemos reconocer que con el esfuerzo de los propios indígenas y con el apoyo de algunos estados se logró que se adoptara la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, así como el Convenio n° 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales en países independientes, constituyéndose en hitos fundamentales para el reconocimiento, la promoción y la protección de los derechos y las libertades de los pueblos indígenas.

Esos avances son el resultado de las luchas y resistencia de nuestros pueblos y naciones. En ese sentido, desde la experiencia vivida en Bolivia les propongo:

Reservemos la sabiduría y el conocimiento de nuestros ancestros, la lógica colectiva y las formas de organización de los pueblos indígenas, porque somos los herederos de grandes pueblos que construyeron civilizaciones haciendo uso de conocimientos más avanzados y sofisticados sobre astronomía, medicina, alimentación, hidráulica y arquitectura.

Preservemos, conservemos, revitalicemos y promovamos los idiomas indígenas existentes en el mundo, ellos son patrimonio de la humanidad.

Constitucionalicemos en todos los países del mundo los derechos de los pueblos indígenas.

Reconozcamos la plurinacionalidad de los estados, con el consecuente reconocimiento de la diversidad de pueblos y naciones existentes.
Recuperemos y revaloricemos los conocimientos indígenas desde una perspectiva de complementariedad en sociedades pluriculturales e interculturales.
Reconozcamos el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico de los estados.
Reconozcamos como oficiales a los idiomas indígenas en los estados miembros de las naciones unidas.
Implementemos modelos educativos sociocomunitarios productivos que recojan y permitan enseñar en las escuelas los saberes y conocimientos de cada una de las naciones y pueblos indígena originarios.
Fortalezcamos el sistema multilateral y las capacidades de la UNESCO, que sufre una arremetida que pretende paralizar su funcionamiento.
Reconozcamos que muchas de las soluciones a las grandes amenazas contra la humanidad, como el cambio climático y la desigualdad, se encuentran en la sabiduría de los pueblos indígenas.

Hermanas y hermanos presentes y oyentes,

Con el propósito de realzar este año internacional de las lenguas indígenas, Bolivia en colaboración con la UNESCO, organizará y será sede de dos eventos de gran trascendencia para los pueblos indígenas y la comunidad internacional: el primer evento será el encuentro mundial de pueblos: “los idiomas indígenas fuente de conocimiento y aprendizaje milenario”, a realizarse el 8 de agosto de 2019.

El segundo evento, el 9 de agosto de 2019, en el Día Internacional de los pueblos indígenas del mundo, se realizará la Conferencia Internacional de Alto Nivel sobre los pueblos Indígenas: las lenguas indígenas y su contribución a la Agenda de Desarrollo 2030.

Deseo concluir, invocando a la paz entre nuestros pueblos.

La paz es fruto de la justicia social, de la igualdad, del diálogo y la tolerancia.

Condenamos toda forma de injerencia contra estados y otros pueblos que sufren el estrangulamiento imperial, no olvidemos las lecciones del pasado.

Denunciamos los aprestos guerreristas del imperio norteamericano contra los pueblos pacíficos de américa latina y el caribe. EEUU nos trae la guerra para que nosotros pongamos los muertos mientras ellos saquean nuestros recursos naturales.

Invoco a todos los países del mundo a preservar la paz de nuestra región mediante el diálogo constructivo. Nuestro idioma debe ser el de la convivencia y la complementariedad.

Un nuevo paradigma recorre el mundo que nace de los pueblos indígenas, de su cosmovisión, de su filosofía, de su forma de vida; es el paradigma de la madre tierra.

Por eso nuestra consigna debe ser:

¡Pachamama o muerte!

Muchas gracias. 

 

Nueva York, 1 de febrero de 2019

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