Martes, 12 Diciembre 2017 - 7:00pm
Muchas gracias
Hermanos y hermanas de la prensa
Estamos en Paris a invitación del hermano Presidente Emmanuel Macron, por el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterrez y otros organismos internacionales.
Aprovecho esta oportunidad para hacer conocer la posición boliviana con relación a esta Cumbre del Planeta, que significa una cumbre por la vida, por la humanidad, saludo este gran esfuerzo del presidente de Francia a nombre de Francia, a nombre de la vida nos convocan a algunos presidentes a organismos internacionales a expertos que tiene que ver con la vida especialmente con el futuro de las siguientes generaciones.
El tiempo se nos está acabando, mientras hablamos, huracanes, terremotos, inundaciones, seguías, contaminación del aire, de nuestros océanos y la consecuente extinción de las especies son un producto directo del actual sistema de producción y consumo, y de industrialización desmedida.
Hermanas y hermanos, el tiempo se nos está acabando, los últimos 5 años han sido más calientes que se tengan registrados en la historia. Las concentraciones de gases de efecto invernadero siguen creciendo.
El nivel del mar sigue aumentado, las lagunas, ríos y las vertientes se están secando. a nivel global, el calor de los océanos está a temperatura record.
El hielo en los dos polos del planeta está por debajo del promedio y nuestras codilleras van perdiendo sus mantos blancos.
El tiempo se nos esta acabando. Los fenómenos extremos se han convertido en el mayor riesgo para la humanidad en aspectos como la salud, el acceso al agua y a servicios básicos.
Esta situación agrava considerablemente la crisis humanitaria que se vive en África y en medio Oriente.
En mi región, América latina y el Caribe, los recientes huracanes que han abatido a Dominica, Antigua y Barbuda han provocado daños que llegan a 1.100 Millones de dólares.
Debemos atacar las causas estructurales del cambio climático. Desmontar un sistema de producción que no se desarrolla en armonía con la naturaleza, modificar los patrones y la cultura del consumo sin fin, de renovar nuestra relación con la Madre Tierra, reconociendo y respetando sus derechos.
Los países que tienen mayor responsabilidad histórica en el daño a la Madre Tierra deben asumir un mayor compromiso real y realizar mayores contribuciones.
Los países del Sur, que antes fueron colonias y cuyos recursos naturales son todavía explotados sin una justa compensación, somos los que más sufrimos los efectos del cambio climático. Además, somos los países que más aportamos a reducir los gases de efecto invernadero.
Bolivia genera apenas el 0,1% de los gases de efecto invernadero. Con los arboles de nuestra Amazonía, capturamos y limpiamos el 2% mundial del dióxido de carbono contaminante. Es decir, aportamos al mundo con 2% del oxígeno a nuestro planeta.
Tenemos una ecuación ambiental positiva, porque emitimos pocos gases de efecto invernadero y limpiamos esos gases y contribuimos al mundo con 20 veces más de oxigeno de lo que contaminamos.
Sin embargo, nuestra población está padeciendo terribles sequias o inundaciones que afectan su vida diaria.
Pese a esas adversidades, Bolivia ha invertido, en años, más de 1.600 millones de dólares en proyectos de acceso al agua, habiendo cumplido las metas del milenio. Además, ahora estamos invirtiendo 2.600 millones de dólares en la diversificación de nuestras fuentes de energía eléctrica con fuentes de energía alternativas y renovables.
Hermanos de la prensa
Los países del Sur somos los custodios de la Convención sobre Cambio Climático.
Dos años después de la celebración del Acuerdo de Paris, estamos nuevamente reunidos y nuevamente debatiendo de los mismos problemas, de estancamiento del financiamiento para una lucha efectiva en contra del cambio climático.
En tanto los países desarrollados no cumplan el compromiso de garantizar mayor provisión de financiamiento, trasferencia de tecnología y desarrollo de capacidades, no podremos alcanzar nuestras metas.
Los países industrializados tienen el compromiso de hacer una contribución anual de 100.000 millones de dólares para el denominado financiamiento climático. En dos años solo se asignado la décima parte de ese monto.
Vemos con mucha preocupación que se pretenda transferir estas responsabilidades al sector privado. Ese es un gravísimo error histórico. La privatización de esta responsabilidad traerá consecuencias irreversibles.
Hermanos y hermanas de la prensa
La privatización es sinónimo de capitalismo. No se puede resolver con más capitalismo la crisis provocada por el capitalismo.
Pretender que este sistema resuelva la crisis del cambio climático es como pretender darle la responsabilidad al zorro de cuidar el gallinero.
Algunos datos nos muestran que solo para mitigación se debe invertir de manera anual, aproximadamente el 3% del PIB mundial, son datos de las Naciones Unidas.
El financiamiento para atender los temas de adaptación, mitigación, tecnología y bosques, debería ser del 6% del producto nacional bruto de los países desarrollados.
Lamentablemente se gasta más en la guerra que en combatir al cambio climático y sus consecuencias.
Un ejemplo claro es lo que sucede con el principal contaminador de la historia del planeta: Estados Unidos, abandona el acuerdo de París, desprecia a la comunidad internacional y su prioridad es la guerra, las intervenciones. Su gasto militar para el 2018 llegará cerca de 700 000 millones de dólares.
Al darle la espalda al acuerdo de Paris, y al dedicar tantos recursos a la guerra, Estados Unidos no solo está construyendo muros físicos entre hermanos, está construyendo el peor de los muros en el mundo entero, el muro entre la vida y la muerte, el muro que puede privar a nuestras generaciones futuras a su derecho a la vida.
Estado Unidos es la principal amenaza contra la familia humana y contra la Madre Tierra.
Hermanas y hermanos,
Por estas y muchas razones planteamos las siguientes tareas urgentes:
10 propuestas para esta conferencia.
Hermanos de la prensa,
El tiempo se nos está acabando. Si queremos vencer este desafío global, nuestra lucha debe ser contra el capitalismo, contra el colonialismo y contra el imperialismo.
El ser humano no puede vivir sin la Madre Tierra, pero la Madre Tierra puede existir mejor sin el ser humano.
Esa es nuestra propuesta a esta conferencia sobre el planeta convocado por el presidente de Francia.
¡Muchas gracias!
Paris, 12 de diciembre de 2017