Conmemoración por el Día Internacional de la Madre Tierra-Naciones Unidas

Viernes, 21 Abril 2017 - 5:00pm

Fernando Huanacuni Mamani

Señor vicepresidente de la asamblea general Mark Dexte, señor secretario general adjunto, señora Elena Yáñez, representante permanente del Ecuador; es un honor poder compartir con ustedes, en las Naciones Unidas el Día Internacional de la Madre Tierra.

La celebración internacional de la Madre Tierra y el debate que nos reúne en esta ocasión son de suma importancia que no nos llaman a reflexionar sobre el origen estructural de  la múltiple crisis que vive la humanidad y nos invitan a considerar paradigmas alternativos que prioricen la cultura de la vida y de la paz y justicia social, la profunda desigualdad que existe en el mundo, los patrones de producción y consumo que ha generado el cambio climático, los conflictos armados y la crisis financiera entre otros, son ejemplos de los límites que tienen las estructuras económicas sociales, culturales, y políticas, en los cuales prevalece el paradigma individualista  de desarrollo donde la búsqueda del beneficio económico está colocada por sobre todas las cosas.

Por este motivo, estamos seguros de que no encontraremos respuesta a la crisis de la humanidad dentro del paradigma capitalista y de sus instrumentos tales como el mercado.

Nuestra Madrea Tierra cuya historia y proceso de generación de la vida antecede  a la historia misma desde la humanidad, de lo cual debemos aprender para recuperar nuestro eje, nuestro horizonte, y nuestro camino, la temporalidad de los ciclos naturales, la complementariedad de las especies, el equilibrio de los componentes, la capacidad de regeneración, entre otros, forman parte de los mensajes que llevamos gravados en nuestras células, pero que a raíz de las fuerzas de las estructuras sociales de la modernidad muchos hemos olvidado.

Desde la concepción de los pueblos originarios en Bolivia al igual que los pueblos originarios   en otros países y regiones en el mundo, el horizonte y camino está enmarcado en lo que denominamos el “vivir bien” o “suma kamaña” o “suma qausa”; este paradigma de la cultura de la vida emerge de la visión del que el ser humano no es dueño de la naturaleza, sino constituye una pequeña parte del sistema viviente dinámico conformado por la comunidad indivisible e interdependiente de todos los sistemas de vida y los seres vivos, que compartes un destino común al cual denominamos Madre tierra, el vivir bien por tanto, no se reduce al vivir bien de unos pocos sino el vivir bien de todos, no solo los humanos sino también de todos los seres y de toda la madre tierra.

¡Hermanos hermanas!, es evidente que la madre tierra puede  existir sin el ser humano, más el ser humano no puede  ni podrá vivir sin ella, ha llegado la hora de reconocer que la humanidad no podrá seguir existiendo sin proteger los derechos de la madre tierra.

Ha llegado la hora también de reconocer que la humanidad no podrá continuar existiendo sin proteger no solo de los derechos humanos sino de la madre tierra y de toso los seres vivos que lo componen, necesitamos fortalecer las reglas, principios y valores para permitirnos vivir en armonía con la madre tierra, por esa razón es imprescindible que se adopten desde las Naciones Unidas la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra, creemos que las Naciones Unidas, deben ser el centro que armonice los esfuerzo por alcanzar estos propósitos comunes.

Los 193 Estados tenemos el desafío de consensuar la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra, a  través de los mecanismos que nos permitan de manera inclusiva, aportar al cumplimiento  con una visión integral de los objetivos del desarrollo sostenible.

Bolivia ha construido un modelo económico y producto  de armonía con la madre tierra, hemos construido el marco jurídico y la estructura institucional para reducir la pobreza y crecer económicamente, en este sentido, Bolivia da la bienvenida a este dialogo interactivo de armonía con la madre tierra que estamos seguros contribuirá al debate fundamental para mejorar nuestra vida y de las futuras generaciones en armonía con la madre tierra.

En el saber indígena ancestral, “suma ist´aña”, significa saber escuchar, pero no solamente con todos los oídos sino con nuestro cuerpo y con nuestras acciones, y tengan la certeza que escucharemos con humildad y determinación las importantes contribuciones de este debate, un cambio es urgente, y este puede ser el paso fundamental e importantes en este sentido hacemos extensiva la invitación a la comunidad internacional a contribuir al Fondo Fiduciario de Armonía con la Naturaliza establecido el 2016, con el fin de sumar acciones enmarcadas en la búsqueda de un mejor destino común.

Finalmente, nuestro agradecimiento especial a las instituciones de donde provienen, de donde trabajan los invitados y todos ustedes que nos honran con su presencia, muchas gracias.

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